16/8/12

Private practice [one-shot]


  • Pareja: JooMi (MBLAQ)
  • Dedicado a: mi fushuuuuuuu *--*
  • Rated: M. Sin rodeos. LALALALALALALA~
  • Advertencia: .... M de... MIERDA, lo hacen casi todo el one-shot?! XDDD naaah... no creo (?) xD

Debería estar haciendo mi tarea, lo sé LOL
pero... here we go!



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Private practice.

— ¡Agh! Uunnh... —gimió, con la cabeza escondida bajo la almohada, acabando en su mano, manchando la sábana debajo suyo.
Se quedó quieto por un lapso corto de tiempo, relamiéndose los labios, agitado.
Tendría que poner a lavar las sábanas... una vez más.
Se movió lentamente, alzando las caderas para poder subirse la ropa interior y los pantalones, abrochándoselos.  Se arrodilló en el colchón, sintiendo sus mejillas arder, mirando con algo de vergüenza y satisfacción la aureola blanquecina que había dejado en la tela.  Mierda, tan solo esperaba no haber manchado el colchón también, porque eso sí sería el colmo.
De un tiempo a esta parte, no había podido pasar un día sin tener que masturbarse.  No es que le molestara tampoco, pero no era en verdad placentero.  Para él, no existía nada mejor que tener sexo con alguien más. Sobre todo si ese alguien era como...
Se mordió el labio inferior con fuerza, colorado, sintiendo que nuevamente su miembro despertaba entre sus piernas, como si lo de recién no le hubiese alcanzado.  Y no, ¿cómo le iba alcanzar? Necesitaba más... necesitaba estar con alguien más.
Estar con...
Su celular sonó de repente, sobresaltándolo.
Aturdido, se puso de pie con torpeza, y tomó el móvil del escritorio, atendiendo sin mirar.
— ¿Si? —su voz fue un susurro, casi un jadeo.  Todavía se delataban en él los efectos de haberse masturbado... y era natural, no habían pasado mucho más de cinco minutos.
— ¿Qué pasa con esa voz? —preguntó su amigo al otro lado de la línea.  Un estremecimiento recorrió su columna vertebral, teniéndose que sostener del borde del escritorio para no caer al piso— ¿Pasó algo?
—Eh... ah... no, sólo... me acabo de despertar.  Me había quedado dormido —mintió, relamiéndose los labios al sentir cómo su virilidad se ensanchaba y parecía querer romper la tela de sus jeans.
—Vago —se mofó el otro, riendo suavemente, para seguir hablando de... de algo.
La verdad es que no le entendía muy bien.  Sólo sabía que se estaba excitando con sólo escuchar su voz.  Estaba necesitado, muy necesitado, y sabía bien que su única verdadera necesidad era él.
—Hhn... s-sí... —dijo en un jadeo, sosteniendo el celular entre su hombro y su oreja, mientras se desabrochaba casi con desesperación los pantalones, bajándoselos de un tirón.
Sus manos estaban transpiradas, resbalosas.  Mierda, mierda, ¡mierda! ¡¡Estaba a punto de estallar!!
Contuvo como pudo un gemido cuando liberó de su ropa interior completamente mojada su erección, apretando apenas la base, sentándose al mismo tiempo sobre el escritorio para no caerse.
—Ey, ¿está todo bien? —escuchó apenas a su amigo, notando en su voz un deje de preocupación.
¿Que si estaba todo bien? ¡Estaba de maravilla!
—U-uhhn-sí... está... todo bien —sonrió abriéndose de piernas instintivamente mientras se masturbaba, cerrando su puño en torno a su erección, moviéndolo frenéticamente hacia arriba y hacia abajo una y otra vez, apretando, casi rasguñándose.
No sabía si era efecto de haberse estimulado hacia tan poco tiempo, pero ya tenía ganas de correrse.
Mierda... ¿qué estaría pensando su oyente? ¿Cuál sería su cara?  Quería acabar y que él lo escuchase gemir, gritar de placer por el experto roce de su propia mano que sabía a la perfección todos sus puntos sensibles, todos y cada uno de ellos, cómo le gustaba que le tirasen de las tetillas, que apretaran su pene hinchado, lleno de sangre, húmedo y palpitante.
Todo.
—Tu... tu voz dice lo contrario... —no pudo evitar reírse al escucharlo.  Podía adivinar el sonrojo en aquel mismo instante.  Porque de seguro estaba sonrojado.  Sí, lo más seguro era eso, ya que no se estaba esforzando en lo más mínimo en contener sus gemidos.
— ¡Uhhnm! A-ahh~ s..sí... nnnnh... yo... —se relamió los labios, muriéndose por besarlo en aquel mismísimo momento.
Apretó su glande con fuerza, corriendo la fina piel del prepucio, temblando casi violentamente ante el tacto.
No fue capaz de contener un gemido ronco de puro placer, dejando escapar entre su locura, su apremiante necesidad, la fiebre producida por el sexo, de saber que el otro lo estaba escuchando, oh sí, lo estaba escuchando, lo estaba escuchando mientras se masturbaba, mientras gemía casi como una perra en celo por él y sólo por él, por sólo escuchar su voz, su nombre entre gemidos y jadeos, pronunciándolo una y otra vez, como un mantra, para correrse nuevamente.
Satisfecho, sonrió, reclinándose sobre el escritorio para apoyar su cabeza y hombros contra la pared, apreciando la espesura y la cantidad de su semen.
Mierda... parecía que no terminaba de salir.
—Y-yo- —escuchó lejana la voz de su interlocutor— te-tengo que... irme —dijo, trabándose al hablar, cortando la llamada.
La culpabilidad entonces lo atacó así, sin previo aviso.
Sintió un gusto amargo en el paladar mientras caía en la cuenta de todo.
¿Qué carajo había acabado de hacer?

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Joon llegó más temprano que de costumbre a la sala de ensayos.
De hecho, más temprano que todos.
Bufó, frunciendo el ceño.  ¡Ni siquiera SeungHo estaba allí! ¿Cómo podía ser eso?
Se fijó en el horario: bueno, se había adelantado bastante.
Un poco bastante.
Una hora.
Una hora adelantado.
Hizo un puchero con los labios, empujando la puerta, preparándose mentalmente para tirarse en algún lugar a dormitar esperando a que llegara alguien más.
Alguien, cualquiera, menos...
— ¿Mir?
El aludido se volteó, sonrojándose apenas, parado en medio de la sala.
—Ah, hyung... llegaste temprano.
Se miraron fijamente a los ojos, incómodos.
El castaño sintió que la piel de los brazos se le erizaba.
—Vos también llegaste temprano —le dijo, sonriendo de lado, inseguro, sin moverse de su lugar.
—Ah, sí... sí, llegué hace poco.  Tengo el reloj adelantado.
—Ah.  Deberías ponerlo en hora entonces.
—Sí.  Lo hice.
—Ah.
El rubio se mordió los labios, muerto de vergüenza.  Vamos, ¿no pensaba decir nada más? ¿Ni siquiera moverse?  Tenía que hacer algo, se sentía muy mal... extremadamente mal.  Pero, ¿qué?
Sabía que tendría que haberlo pensado dos veces.
Sabía que tendría que haberle cortado en vez de seguir.  Lo sabía perfectamente.
Esa incomodidad era su culpa y de nadie más, por más que le haya resultado imposible evitarlo.
Clavó sus ojos en el piso, apenado, sintiendo de repente la respiración más pesada, dificultosa.
Tenía que decir algo. Aquello no daba para más.
Se mordió los labios, siendo consciente de que su amigo no se había ido, ni siquiera se había movido de su lugar.
De hecho, podía sentir su mirada clavada en él.
Se estremeció, sonrojándose, sintiéndose vulnerable, pero tenía que hacerlo.  Tenía que explicarse.
—Joon... yo...
—Me gustás.
Su mente se quedó en blanco.  Literalmente en blanco.
Alzó su mirada, confundido, chocándola con la del castaño.  Y entonces supo que lo que había acabado de escuchar no era broma.
No era... broma...
No era...
No...
—Joon... —susurró, temblando, casi sin respirar.  Le pesaba el pecho, el cuerpo entero.
De repente era como si su cuerpo entero fuera de mármol.
—Me... me gustás... Mir —repitió, acercándose a él con resolución, sonrojado—. Pero... —el rubio contuvo la respiración, preguntándose cuándo mierda su amigo se había detenido frente a él, demasiado, demasiado, cerca suyo— ¿por qué... por qué hiciste eso la... la otra vez, cuando te llamé? Vos... yo... ¿qué produzco en vos?
¿Que... no era obvio?
Entonces Mir recordó lo tonto que podía llegar a ser su querido compañero.
—También... me gustás... —dijo en un susurro, con la voz tomada por la vergüenza del recuerdo y por la emoción del momento.  Ansioso, rodeó su cuello con sus brazos, pegándose más a él, y lo besó sobre los labios, sin poder esperar un momento más.
Ahhh... mierda, los labios de Joon se sentían demasiado bien.
Sus labios... sus manos recorriéndolo entero, la presión de su vientre contra el suyo, el calor que su tacto transmitía, la... desesperación.
Jadeó contra sus labios al sentir algo duro clavándosele entre las piernas, contra su bajo-vientre.  No se animó a bajar la mirada, además... adivinaba a la perfección lo que era.
Rió, colorado.
Los dos estaban igual de desesperados y... necesitados.
Se puso en puntas de pie, abriéndose de piernas, restregando sus muslos contra su erección.  Jadeando, ansioso.  Escuchándolo gemir, sonriendo.
Miró al reloj colgado en la pared, sintiendo de repente demasiado calor.
La mirada de su amigo siguió el mismo camino, mientras que sus manos apretaban, masajeando, separando, sus glúteos.
—Tenemos tiempo —le susurró al oído Joon—, si nos apuramos... preferiría hacerlo bajo otras condiciones, pero... no aguanto más...
Mir sonrió, nervioso, y asintió con la cabeza.
¿De verdad su primera vez juntos... iba a ser así?
Contuvo un gritito cuando su amigo lo acorraló contra una de las paredes, atacando todo su cuello, mordiéndoselo apenas, buscando no dejarle marcas.
Sintió cómo su ropa interior empapada mojaba también sus pantalones.  Mierda, mierda, mierda, ¿y después se suponía que ensayarían?  Su ropa iba a estar completamente arruinada y él... no tendría energías para nada.
Oyó el ruido metálico de un cierre bajándose y escuchó el sonido de la tela frotándose, cayendo.
Bajó sus ojos para chocarlos con la... por Dios, ¿pensaba meter eso en él? apremiante erección de su compañero.
Gimoteó, desesperado, abriéndose de piernas instintivamente.  Le iba a doler, le iba a doler como nunca nada le había dolido, pero lo necesitaba, necesitaba su pene dentro suyo en aquel mismísimo instante.
Dejó que lo girara, apoyando su mejilla contra la pared fría y áspera, quejándose por lo bajo, para después jadear una vez que su virilidad fue liberada de la presión casi inexistente de su ropa interior y pantalones.
—Estás... tan mojado... —escuchó apenas el susurro del castaño, rasguñando la pared de la misma excitación.
—No me digas —bromeó, sonriendo de lado, tirando su pelvis hacia atrás, jadeando—.  Por... por favor... no doy más...
Joon sonrió, mordiéndose con fuerza el labio inferior, clavando impiadoso sus dedos en sus caderas, pasando dentro suyo la punta de su erección, lentamente, con inhumana paciencia, para después meter el tronco hasta llegar a la base, haciendo que sus testículos rozasen sus glúteos.
Gimió ronco, conteniendo lo más que podía la potencia de su voz, cerrando sus ojos y tirando su cabeza hacia atrás, entregándose por completo al placer.  Por Dios que era estrecho, malditamente estrecho, lo volvía loco, su calor, su humedad, su excitación, todo, todo, lo volvía loco.
No esperó a que se acostumbrase, no podía hacerlo.
Sólo... lo tomó con todas sus fuerzas y con toda su locura, apropiándose de él, haciéndolo suyo, robándole un gemido tras otro entre sollozos y suaves quejidos, golpeándolo a veces contra la pared por la violencia de sus embestidas, golpeando su próstata salvajemente, invadiendo su boca con sus dedos para intentar contener sus gritos cada vez que lo hacía, excitándose al sentir la lengua de Mir lamerlos, llenar sus dedos de saliva para después chuparlos, mierda que era demasiado bueno, lo estaba volviendo loco, lo enloquecía, le daban ganas de partirlo a la mitad, de llenarlo con su semen, de dejarlo cubierto de marcas, de retorcer sus tetillas hasta hacerlas sangrar, de morderlo, besarlo, poseerlo... amarlo.
— ¡Joon! ¡Joon-aaahnn! —no pudo contener sus gemidos al correrse en la mano de su amigo, sintiendo al mismo tiempo sus entrañas llenarse de un líquido caliente, espeso, que parecía no acabarse nunca.
Mir tiró su cabeza hacia atrás, recostándola sobre uno de los hombros del castaño, agitado, completamente entregado, sin sentir nada más que el calor compartido, casi sin ser consciente de nada.
—Mir... ¿estás bien? —susurró Joon, saliendo delicadamente de su interior, abrazándolo— Tenemos que vestirnos... ya puede estar por llegar alguien...
—Hnnn... no siento mi cuerpo de la cintura para abajo, ¿me vestís? —dijo, haciendo un puchero, sonriendo apenas.
Joon suspiró, sonriendo también, agachándose para subirle los pantalones y ponérselos, haciendo después él lo mismo.
Se miraron a los ojos, sintiendo el satisfactorio cansancio después de haberse entregado con todo a la locura del sexo, mirando a su alrededor.  No, no habían hecho demasiado desorden, no más del normal y el esperado.
Se besaron, satisfechos, alegres, calmados.
La puerta de la sala se abrió, pero ellos no escucharon el ruido que hizo al cerrarse.
—Eeeh... chicos... —reconocieron de inmediato esa voz.  Se separaron rápidamente, sus mejillas teñidas de un rojo delatador.
— ¡Thunder! —exclamó Mir, colorado, riendo nervioso— Chicos... —agregó inmediatamente después, notando que sus tres compañeros los estaban mirando fijamente.
—Joon, ¿qué significa esto? —preguntó, notoriamente consternado, SeungHo.
—Vamos, es obvio, acaban de hacerlo, ¿no lo ves? —rió divertido G.O, pasando todo el asunto por alto, predisponiéndose para ensayar.

Fin xD

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yyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy eso es todo amigos (?) xD
Fushu, espero que te haya gustado, que no me hayan salido muuy OC y que no me putees por el final (?) y por cortar el lemon de pura vagancia XDDDD
Por cierto, tengo que decir algo: G.O TE AMOOOOOOOOOOOOOOOO BIGOTEEEEEEEE (?) listo :B
Bleh, si tienen algo para decir, comentar, criticar, recomendar, whatever, dejen comentario que respondo cada que me acuerdo y tengo todo siempre en cuenta xDDD


¿Tienen algún pedido? Si es así, acá está la entrada donde especifico los fandoms que manejo:
~pororororo~

See ya!
Bye bye Nyappy!


4 comentarios:

  1. Es así como.... ohh shock!!! Lo amé, sabes que amo como escribís y como me atrapa (viendo mi relación con los coreanos)cada línea, sobre todo si hay sesssssssssssssssssssssssssssso de por medio xDD

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    1. hhahahhahahaahahahah no sé, a mí no me gustó mucho como quedó :P pero gracias igual xD
      por lo menos vos, NO COMO CIERTA FUSHU ejem ejem, leíste y dejaste comentario ^^

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  2. Me gusto, algunas partes me dieron gracia. Todo interesante aunque parescan unos conejos haciendolo. LOL. Como que se les salio lo sadico en el climax xD. Amo a G.O xDDDDD

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    1. conejos xDDDDDDDDDDDDDDDDDDD la verdad es que Mir parece un conejo (?) XDDDDDD
      yo también amo a G.O! XDDD

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